Envases farmacéuticos inclusivos y accesibles: una necesidad para los pacientes frágiles
Según el informe «Perspectivas de la Población Mundial 2019» de la ONU, el número de personas mayores de 80 años se triplicará de aquí al 2050. Estas estimaciones nos llevan a reflexionar sobre los retos que plantea el avance de la edad y nos estimulan a diseñar productos que lo tengan en cuenta, como soluciones de envasado inclusivas, caracterizadas por un diseño accesible y reconocible incluso para los usuarios más frágiles.
¿Quiénes son los pacientes frágiles?
Cuando hablamos de pacientes frágiles, no solo nos referimos a personas mayores, sino también a discapacitados, pacientes que padecen enfermedades crónicas complejas y a menudo con una autosuficiencia reducida.
Con una visión aún más amplia, otra definición clínica de fragilidad también incluye síntomas asociados a la salud mental, incluyendo el comportamiento cognitivo y social. Según esta clasificación, la fragilidad puede dividirse en tres categorías: fragilidad física, fragilidad cognitiva y fragilidad psicosocial.
El enfoque en el envasado farmacéutico inclusivo centrado en el paciente
Hoy en día, la mayoría de los productos, incluidos los envases, se crean con un enfoque denominado «centrado en el usuario», es decir, con una metodología de diseño que tiene en cuenta principalmente las necesidades del usuario final y pretende que la experiencia de uso sea cada vez más satisfactoria para todos los usuarios. La Guía ISO/IEC 71:2014 es una guía desarrollada precisamente para garantizar que se cumplen las normas de accesibilidad en el diseño de los productos y sus envases.
Si esto es cierto para el mercado en su conjunto, es aún más importante en el mundo de los envases farmacéuticos. Diseñar envases farmacéuticos para pacientes frágiles significa encontrar soluciones fiables para garantizar la administración de medicamentos a las personas mayores y a todas las categorías de pacientes que no son autosuficientes o están temporalmente incapacitados, garantizando así la continuidad y la eficacia de la terapia.
El estudio «Food Packaging Design Accessibility Guidelines» (Directrices de accesibilidad para el diseño de envases alimentarios), elaborado por Arthritis Australia, define una serie de directrices necesarias para diseñar y producir envases más inclusivos. Aquí están las 10 principales que también se adaptan al mercado de los envases farmacéuticos:
- Directriz 1: asegurarse de que el producto sea fácil de agarrar, de modo que se adapte a la mano, y de controlar.
- Directriz 2: proporcionar una superficie suficiente para aplicar fuerza para abrir o retirar el embalaje.
- Directriz 3: para los productos destinados a agarrarse con una mano, el espacio de agarre no debe superar los 71 mm; en caso contrario, se deben integrar sistemas adicionales para facilitar el agarre.
- Directriz 4: reducir la necesidad de control motor de precisión.
- Directriz 5: no deben requerir el uso de herramientas.
- Directriz 6: evitar bordes afilados.
- Directriz 7: reducir al mínimo el número de acciones necesarias para retirar los embalaje.
- Directriz 8: no deben requerir acciones simultáneas. Para los productos peligrosos, utilizar sistemas de apertura inteligente en lugar del típico tapón de pulsar y girar.
- Directriz 9: si el embalaje debe rasgarse, debe disponer de una banda perforada o bordes dentados.
- Directriz 10: prever un punto de agarre suficientemente ancho para las aberturas.
Características de los envases farmacéuticos accesibles
La función principal del embalaje farmacéutico es proteger el producto que contiene y facilitar su aplicación sin que los requisitos de seguridad del envase creen barreras físicas o intelectuales. Si los usuarios tienen capacidades cognitivas, visuales o físicas limitadas, la operación de abrir el envase y la propia administración del medicamento pueden verse afectados.
Para superar estos problemas, se han diseñado varias soluciones de envasado farmacéutico accesibles que garantizan lo siguiente:
- Apertura y modo de uso fáciles: a menudo se pueden usar con una sola mano y sin excesiva fuerza o presión;
- Instrucciones de uso visibles e intuitivas: envases con indicadores y botones de colores más vivos, pictogramas más grandes y en relieve para unas instrucciones más claras y visibles;
- Dosificación y dispensación simplificadas y autocorregibles: por ejemplo, frascos con función «push&pump» que liberan el medicamento en dosis controladas con una simple presión y que también permiten consumir medicamentos líquidos directamente del envase con el uso de una simple pajita;
Envases farmacéuticos inteligentes: una solución accesible
Junto a la inclusividad de los envases, se están desarrollando una serie de soluciones del Internet de las Cosas para que la administración de medicamentos sea más sencilla, pero también más controlada y conectada. El llamado Smart Packaging es una solución facilitadora para todos los pacientes, pero adquiere un valor añadido cuando hablamos de pacientes frágiles, ya que se convierte en una herramienta útil para programar la terapia, asegurar una dosificación más precisa y, en general, garantizar una mayor adherencia del paciente.
En este ámbito encontramos, por ejemplo:
- pastilleros y nebulizadores oftálmicos inteligentes que, conectados a dispositivos digitales como teléfonos inteligentes, pueden ofrecer funciones de administración, a menudo mediante sistemas de notificación muy intuitivos que guían al paciente en el uso correcto del dispositivo. También es posible planificar y predosificar la terapia para ayudar a personas que padecen enfermedades como Alzheimer o trastornos cognitivo-conductuales.
- Los códigos QR y las tecnologías RFDI: pueden transcribirse directamente en los envases y utilizarse para que los pacientes accedan a información adicional, disponible en varios idiomas o dispensada de forma adecuada para sordos y personas con deficiencia visual.
Envases farmacéuticos accesibles: una mirada al futuro
El desarrollo de los envases farmacéuticos siempre ha estado más orientado a la protección del medicamento que a su facilidad de uso, sobre todo si se tienen en cuenta las numerosas normativas que obligan a los fabricantes a introducir cierres a prueba de manipulaciones.
Afortunadamente, los departamentos de I+D de hoy en día son cada vez más conscientes de la necesidad de encontrar soluciones que satisfagan las necesidades de todos los pacientes, incluso, y especialmente, de los más frágiles. De hecho, los envases farmacéuticos tienen un enorme potencial para ayudar a mejorar la experiencia de los pacientes y los resultados de los medicamentos. Desde el 2014, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) intenta marcar la pauta del enfoque centrado en el paciente, debatiendo directamente con él el impacto que las enfermedades tienen en su vida. Por eso se creó el Comité Consultivo para la Participación de los Pacientes (PEAC), formado por pacientes, profesionales sanitarios y representantes de grupos de defensa de los pacientes. El objetivo es aumentar la influencia y el nivel de participación de los pacientes en las decisiones que afectan directamente a su asistencia sanitaria: desde los ensayos clínicos hasta la administración de tratamientos médicos.
Por eso es importante diseñar envases inclusivos, porque diseñar para los pacientes más frágiles garantiza una mejor experiencia de uso también para todos los demás.