Las vías de administración de los medicamentos y sus envases
La elección de la vía de administración de un medicamento desempeña un papel crucial en el tratamiento médico, ya que afecta a todo el proceso farmacocinético del principio activo introducido en el organismo. Por lo tanto, existen diferentes tipos de envases farmacéuticos primarios, cada uno diseñado para satisfacer con precisión las necesidades específicas del medicamento y del paciente, y para mejorar el modo de administración.
Los principales sistemas de envasado primario para uso farmacéutico incluyen:
- Envases para administración oral
- Envases para administración parenteral
- Envases para administración tópica
- Envases para administración ocular
- Envases para administración nasal
- Envases para administración pulmonar
El mundo del envasado primario de medicamentos incluye todos los sistemas que entran en contacto directo con el fármaco, como los sistemas de contención, ya sean frascos, pastilleros o ampollas, y los sistemas de cierre, como cápsulas y anillas. También hay que tener en cuenta todos los accesorios, como pipetas y cuentagotas, que permiten una dosificación correcta y una administración adecuada y segura.
Envasado y administración oral
El envasado primario de medicamentos orales líquidos, como los jarabes, incluye principalmente:
- Envases multidosis, es decir, frascos. En función de las necesidades específicas del medicamento, pueden ser de vidrio o de plástico. Los envases pueden reforzarse con aditivos específicos que aumentan las propiedades de barrera contra la humedad, el oxígeno o la luz.
- Envases monodosis, como ampollas o frascos pequeños, adecuados para administrar una dosis única del medicamento.
- Sistemas avanzados de reconstitución, es decir, kits de doble cámara (dual-chamber) que permiten mezclar el medicamento en polvo en una solución acuosa inmediatamente antes de su administración. El excipiente activo, almacenado por separado en un depósito dentro del cierre, se libera mediante una acción mecánica y se mezcla con el disolvente en la cámara principal.
El envase principal de los medicamentos sólidos orales, incluidas las píldoras, los comprimidos y las cápsulas de gel disponibles en el mercado es:
- Frascos y pastilleros de varios tamaños, también de vidrio o plástico.
- Blísteres, formados por cavidades selladas que contienen el medicamento.
Los medicamentos semisólidos, como cremas y ungüentos, suelen envasarse en tubos metálicos o recipientes de plástico o vidrio.
En general, para el envasado de medicamentos orales, ya sean sólidos o líquidos, se utilizan cierres de plástico que pueden ser a prueba de manipulaciones y, por tanto, indicar si el envase ya ha sido abierto, o ser a prueba de niños.
Además de los recipientes y los cierres, es esencial tener en cuenta los accesorios de dosificación, entre los que se incluyen:
- Goteros aplicados directamente sobre el frasco o montados en el cierre farmacéutico. Estos sistemas de dispensación varían en función de la especificidad del medicamento y de la precisión de dosificación requerida. Existen: pipetas de succión mediante las que,mediante la presión ejercida sobre el extremo superior de la pipeta, el líquido es aspirado dentro de un bulbo y luego liberado; cuentagotas horizontales, es decir, inserciones aplicadas al cuello del frasco que liberan las gotas inclinando ligeramente el frasco; y, por último, cuentagotas verticales, que funcionan de forma similar, permitiendo un flujo y una velocidad de goteo controlados.
- Accesorios separados del cuerpo del envase, como medidores, jeringas y cucharas. Estos pueden graduarse con mayor o menor precisión según las necesidades.
Envasado y administración parenteral
La administración intravenosa o parenteral, típica, por ejemplo, de las vacunas y las soluciones salinas, consiste en la introducción del fármaco directamente en el organismo mediante inyecciones intravenosas, intramusculares o subcutáneas. El envasado de los medicamentos destinados a este modo de administración debe ser objeto de especial cuidado y precisión, empezando por el uso de materiales de altísima calidad, la utilización de procesos de producción extremadamente seguros y controles estrictos.
En concreto, se utilizan:
- Frascos y ampollas de vidrio fabricados principalmente con vidrio de tipo I, también conocido como vidrio de borosilicato, que es muy resistente y estable desde el punto de vista químico.
- Frascos y ampollas de plástico fabricados con polímeros avanzados y especialmente adecuados para productos biológicos sensibles.
- Cierres de goma o tapones de goma: su función no es solo precintar, sino también aislar perfectamente el medicamento para garantizar la esterilidad e impedir cualquier forma de contaminación.
- Anillas de aluminio: el cierre de goma está sellado a su vez por una capa exterior de aluminio desmontable.
Envasado y administración tópica u ocular
Los fármacos de administración tópica, como los antifúngicos para las uñas, se aplican directamente sobre la piel o las mucosas. Este modo de administración incluye cremas, ungüentos y lociones. El envase de estos productos suele incluir tubos, frascos o envases que permiten una aplicación precisa e higiénica del medicamento. Para ello, también hay accesorios específicos incluidos en el envase, como espátulas o pinceles, que ayudan al usuario en la aplicación.
Los medicamentos oftálmicos, como los colirios, se envasan en frascos estériles monodosis o multidosis. Muy importante es el método de dosificación, que debe incluir dosificadores precisos capaces de dispensar una cantidad exacta del medicamento. Las formas innovadoras de administrar estos medicamentos incluyen, por ejemplo, el uso de frascos con aplicadores ergonómicos, que permiten una dispensación más segura y cómoda, o sistemas avanzados que permiten la nebulización.
Envasado y administración pulmonar o por inhalación
Algunos fármacos, como los tratamientos para el asma, se administran por inhalación para llegar directamente a las vías respiratorias. Los dispositivos para este tipo de medicamentos son los inhaladores o aerosoles, es decir, envases presurizados que expulsan el producto a través de una válvula. En general, existen dos macrotipos de sistemas inhaladores:
- Inhaladores dosificadores presurizados (pMDI): dispositivos que administran fármacos en forma de aerosol mediante la dispersión, suspensión o emulsión de un API en un disolvente/propelente. El pMDI consiste en un cilindro presurizado dentro de un envase de plástico con una boquilla acoplada. Cuando el usuario activa el dispensador, se libera una cantidad precisa del fármaco.
- Inhaladores de polvo seco (DPI): dispositivos que administran el fármaco mediante presión negativa ejercida directamente por la respiración del usuario. El dispositivo suele contener una cápsula que se pincha o abre para liberar el fármaco. En el mercado existen dispensadores monodosis en los que el medicamento se carga en cápsulas monodosis, y dispensadores multidosis, que contienen hasta 100 dosis del fármaco.
A la hora de diseñar estos sistemas, es fundamental tener en cuenta la fuerza de la presión ejercida al expulsar el producto con el fin de permitir la correcta administración del fármaco y, al mismo tiempo, proteger al paciente que debe utilizarlo.
Cómo la innovación en el envasado puede contribuir a la eficacia de los medicamentos
Con el tiempo, han surgido numerosas innovaciones en el campo de los envases farmacéuticos: desde los primeros envases a prueba de niños, pasando por sistemas que facilitan la dosificación, hasta dispositivos de administración más avanzados que, aprovechando las herramientas de IoT, mejoran la adherencia terapéutica y la experiencia general del paciente. Se trata, por ejemplo, de pastilleros inteligentes que dispensan pastillas de forma controlada y, mediante el uso de una app conectada, envían notificaciones al smartphone del paciente para facilitar la organización y el seguimiento de la dosis de medicación.
Otro campo de investigación es el desarrollo de nuevos sistemas de envasado «accesibles, que han sido diseñados para facilitar su uso a personas más frágiles, como discapacitados o ancianos. En particular, estas soluciones permiten una apertura fácil, a menudo posible con el uso de una sola mano y sin emplear una fuerza excesiva; o métodos de dosificación y dispensación simplificados, como frascos que liberan el medicamento en dosis controladas ejerciendo únicamente una ligera presión.
En definitiva, las vías de administración de los medicamentos y su envasado son elementos clave para garantizar la eficacia, la seguridad y el cumplimiento de la farmacoterapia. Son parte integrante del proceso del tratamiento y representan un importante punto de contacto entre el paciente y el tratamiento médico. Invertir en el diseño de envases seguros, informativos y fáciles de usar es esencial para promover la salud y el bienestar de las personas.